Pi es una forma de llamar a uno de los tantos números irracionales, es decir, que no son capaces de ser expresados como una fracción donde el denominador y el numerador son enteros. Su división es un número irreducible.
El Pi representa la relación entre la longitud de la circunferencia de un circulo y su diámetro, lo que equivale a 3,14159265359… pero muchos lo ‘redondean’ a 3,1416. Con el tiempo este número aumentó exponencialmente su influencia en casi todos los ángulos de la vida moderna. Principalmente en Matemáticas, Geometría, Física e Ingeniería, llegando a invadir casi todos los aspectos de la vida cotidiana humana.
Por ejemplo, gracias a Pi podemos usar nuestros teléfonos celulares, las ondas que traen la información hasta éste, se desplazan en múltiplos de Pi, sin él, este tipo de comunicación inalámbrica sería imposible. Igual vale para las ondas que propagan la radio y la televisión. A Pi le debemos también el diseño de las llantas, y por ende el desarrollo de los carros y los aviones, además el cálculo del desplazamiento de cualquier objeto circular se da por el uso del número Pi. A esta joya matemática también le debemos la formulación de las teorías de la corriente, sin su ayuda, hubiera sido imposible desarrollar la electricidad, entre otras miles de tecnologías.